julio 11, 2009

Diario de un actor porno

DIA 1: Hoy es el primer día del resto de mi vida. Por fin he dado el paso y he decidido perseguir mi sueño, siguiendo la llamada de la vocación que he sentido desde mi más tierna juventud. Para ello, me he gastado todos mis ahorros en llegar aquí, Los Ángeles, meca del cine para adultos: voy a ser actor porno. Llevo años preparándome a conciencia para este momento: he acudido al gimnasio tres horas al día, seis días a la semana hasta que mis bíceps han tomado el aspecto de cocos maduros, he hecho inacabables sesiones de sentadillas hasta tener nalgas como pompas de jabón peludas, me he churruscado en las cabinas de rayos UVA hasta que mi piel ha empezado a oler a neumático de coche de carreras, y llevo siete años sin comer otra cosa que aminoácidos.

En casa no se lo han tomado nada bien cuando les he dicho que quiero ser artista. Mis padres han puesto el grito en el cielo y se han llevado las manos a la cabeza. Ellos hubieran preferido que su hijo primogénito hubiera seguido la tradición familiar, dedicándose a una profesión respetable como la de mi padre -secretario general de la SGAE- o la de mi madre -narcotraficante-, pero yo les he dicho que tengo que seguir los dictados de mi corazón, y aquí estoy, lleno de ilusión, aguardando mi brillante futuro como pornstar masculino.


DÍA 2: En lo que espero a que algún productor me descubra, debo buscarme algún sitio para alojarme y un trabajo. Esta noche he intentado dormir en una sauna, pero apenas he podido pegar ojo.

DÍA 3: Después de pasarme todo el día de ayer deambulando por los bulevares de Santa Mónica, he encontrado una cafetería donde buscaban camarero. ¡Es el trabajo perfecto para un aspirante a actor porno! Un buen escaparate en el que se tiene contacto directo con muchas personas y donde es fácil hacerse notar. Muchas de mis estrellas favoritas han empezado como camareros, ¡esto promete! En cuanto al alojamiento, he encontrado una cama en una habitación compartida junto con otros aspirantes a actores. Esto es muy conveniente porque podemos apoyarnos unos a otros con nuestros ensayos, ayudarnos a memorizar los diálogos de los guiones y acudir juntos a cástings, aunque no estoy seguro de que esto último sea muy buena idea.

DÍA 7: Hoy ha entrado en la cafetería un hombre que tenía pinta de guionista. Se notaba que era un intelectual porque llevaba gafas y leía una revista que no era el Cosmopolitan. Junto con sus huevos escalfados, le he servido la mejor de mis sonrisas, le he dado mi número de teléfono y le he hecho una mamada en los servicios. Una pérdida de tiempo: justo después de tragármelo todo, me ha confesado ser notario.

DÍA 12: Me he dado cuenta de que necesito un nombre artístico. Tal vez no me ha llegado aún la oportunidad de oro que espero con tanta ilusión porque mi nombre real, Aniceto Estropajosa, no tiene las adecuadas resonancias eróticas. Tras meditarlo largamente y barajar nombres de guerra tales como MaxXx O'rgasmo, Pijus Magníficus y Donkey XXL, al final he optado por lo sutil y he decidido llamarme John Purlom.


DÍA 21: Parece que esto va a llevarme algo más de tiempo de lo que esperaba. El éxito no termina de llegar. Me paso el día sirviendo a clientes potencialmente involucrados en la industria del cine mis mejores sonrisas, mi número de teléfono y mamadas en el cuarto de baño, y eso ocupa casi todo mi tiempo. El señor Lipchnik, dueño de la cafetería en la que trabajo, me ha echado hoy una filípica de impresión, gritándome que deje de lucir palmito a todas horas y aprenda de una vez a hacer café. ¿No comprende que yo estoy llamado a fines más nobles y artísticos que preparar tostadas y tortitas con sirope?

DÍA 43: Estoy muerto de envidia. A mi compañero de habitación, Cletus Poulaski (más conocido como Beefy Bubblebutt), le han ofrecido un papelito en una producción de cine independiente. Al parecer, interpretará a un joven y musculoso apicultor que se pierde en un bosque y es capturado y follado por unos ingenieros agrónomos salidos. Apretando los dientes, le he deseado lo mejor y le he dado un cálido abrazo, pensando por dentro que ojalá le sienten mal los aminoácidos de la cena y le entre cagalera el día del rodaje.


DÍA 59: ¡Creo que ha llegado mi oportunidad! Hoy ha entrado en la cafetería un individuo bronceado, que no se ha quitado las gafas de sol y que se ha pasado todo el rato hablando al teléfono. Eso no tiene nada de particular, porque todo el mundo en Santa Mónica está bronceado, no se quita las gafas de sol ni para dormir y habla por teléfono móvil a todas horas. La diferencia es que éste estaba hablando de decorados para un rodaje. Viendo mi oportunidad, le he servido mi mejor sonrisa, mi número de teléfono y le he hecho una mamada en el cuarto de baño. Después de tragármelo todo, me ha preguntado cómo me llamo y me ha dicho que están buscando a alguien para un papelito en la película que está produciendo.

DÍA 62: ¡He han llamado! Hoy me he presentado a una prueba de selección, he dedicado a los responsables del estudio mi mejor sonrisa, les he dejado mi número de teléfono y les he hecho una mamada a cada uno. Después de tragármelo todo, me han comunicado que el papel es mío. Rápidamente he buscado en la guía telefónica el número de un agente y he contratado al que me ha parecido más respetable, una tal Bebe (se pronuncia "bíbi") Glaser, que me inspira gran confianza.

DÍA 63: Me he despedido de la mierda de trabajo en la cafetería, escupiendo a la cara a ese engendro del señor Lipchnik. A partir de ahora seré una estrella y no tendré que rebajarme a servir cafés a fracasados, perdedores y medianías, y así lo he manifestado a voz en grito desde la barra del local.

DÍA 64: Acabo de recibir el guión de la película. ¡Qué de páginas tiene! No me lo esperaba tan gordo. Me entran dudas e inseguridades: sé que soy buen actor, pero no sé si mi culo aguantará tantas escenas como debe tener esta película.


DÍA 64 (continuación): ¡Esto es un escándalo! Acabo de mantener una conversación de lo más tensa con mi agente, quejándome de que mi única escena en mi primera película sea un "vestido". ¡Me parece totalmente gratuito! Una cosa como esta puede arruinar para siempre la carrera de un actor porno. ¿Y si me quedo encasillado? ¡John Purlom es algo más que un cuerpo sobre el que quede bien un traje con corbata! Bebe me ha intentado tranquilizar, asegurándome de que el vestido es totalmente necesario para el guión y que los doscientos dólares que me van a pagar me vendrán muy bien para pagar mis gastos, en concreto sus honorarios. Reluctantemente, y porque no me queda otra, acepto.

DÍA 67. Rodaje. Me he pasado la noche sin dormir por los nervios y estudiando duramente mi papel. Al parecer interpreto a un hombre (vestido) que se acerca a un lugar llamado "agencia de seguros" para contratar una "póliza con cláusula de daños a terceros". Sigo pensando que esto es una vergüenza y rezo para que mi pobre madre nunca vea este bodrio de película.

DÍA 67 (continuación). Qué fracaso más grande. Soy un incomprendido. El director, un tal Spielberg, es un gañán que no tiene ni idea de cine. He intentado por todos los medios transmitir un poco de emoción a mi papel, haciendo movimientos insinuantes al acercarme al mostrador, apretándome el paquete, chupando lentamente una banana mientras miro a la cámara, pero en cada ocasión el imbécil del director ha mandado cortar la escena y repetirla desde el principio. Está claro que tenemos conceptos artísticos, fílmicos y narrativos diametralmente opuestos. Y mira que yo he puesto lo mejor de mi parte, ofreciendo mi mejor sonrisa, repartiendo a todo el mundo mi número de teléfono... pero cuando he intentado hacerle una mamada en los baños, me ha despedido con cajas destempladas. Unos fornidos guardias de seguridad me han conducido a la puerta de los estudios y, con sendas patadas en mi cuidado trasero, me han echado, sugiriéndome que no vuelva jamás. ¡Ignorantes! ¡Incultos! ¡Zafios!

DÍA 68: No voy a dejar que un contratiempo arruine mis planes. Hoy he vuelto a la cafetería del señor Lipchnik y, tras esquivar los perdigonazos de su escopeta, he intentado hacer las paces con él, ofreciéndole mi mejor sonrisa y una mamada en el cuarto de baño (mi teléfono, ya lo tenía). Después de tragármelo todo, me ha readmitido en mi anterior puesto de trabajo, pagándome la mitad de sueldo. Estoy muy contento y siento que pronto surgirá la oportunidad profesional que estoy esperando. Hoy es el primer día del resto de mi vida...




12 comentarios:

Nils dijo...

jajajaja muy bueno! pobre dueño de la cafetería, no puede tampoco hacer café porque le hacen a él una mamada...

kappyqueens dijo...

Estupendo!, no se puede esperar menos de ti, realmente bueno y dado que las mamadas son constantes en esa cafetería, estoy pensando en pasarme algún día.
Besos.
Realmente es para alegrar la mañana.

Otto Más dijo...

Recuerdo una conversación que me dejó atónito en un mal momento profesional... Jajaja! Mi madre me daba la chapa y al final le dije "Pues ya me dedicaré al porno!", y me espetó "Estupendo, mientras te paguen..."...

Yo con los ojos como platos... xD

starfighter dijo...

¡Que suerte! Has vendido tu alma a Bebe Glaser. Por un módico porcentaje seguro que te convertirá en una pornstar, dale tiempo. Eso o ya que se te da bien la cafetería podrías montar una granja de café en África...

Thiago dijo...

Jaaj genial diario cari. Sería divertidisimo si no fuera pq realmente es una cruda estampa de lo dura que es la vida. Y es que al final querer ser actor porno debe ser tan duro como querer ser intelectual...¡Hay que tragar mucho!.

Eso si, yo creo que todos los problemas de este aspirante a actor porno - por cierto, si algún productor lee este post, yo tb. busco curro de eso: buen cuerpo, cara agradable, y activo- vienen de que tenía que haberse pagado antes una depilación a la cera. Pa cari, el habrá tragado mucha lefa, pero sus mamados se pasan el día escupiendo pelos, jajajajaa

bezos


Bueno, la verdad es que el que tiene pelos es el de la primera foto, pero yo ya me quede con la copla, jaajja

Sufur dijo...

Para una vez que se la hacen, con lo horroroso que es, amigo Nils...

Si te pasas por la cafetería, Kappy, dale recuerdos de mis partes a John Purlom, que aún seguirá allí intentando triunfar en la vida :-)

Otto: pues a juzgar por lo poco que enseñas en tu blog, valdrías para el negocio... ¡lo cual me lleva a unir mi voz a la de la multitud que pide que pongas fotos tuyas en bolas ya, hombre!

Es que Bebe es mucha Bebe, Starfighter...

Ay, Thiago, si es que la vida es larga y dura... ¡yo quiero una!

Peritoni dijo...

JAJAJAJAJAJA, vaya empacho venga de tragar y tragar!, ay, cómo es la vida de los artistas, para que luego digan...

Anónimo dijo...

¿Por qué se lo tragaba siempre todo? ¿Por el tema de las proteinas?

Cristinita dijo...

Te deseo mucha suerte. Yo también me lo trago todo, intentando sacar algo positivo...aunque a veces las expectativas no se cumplen al 100%.
Me siento muy identificada contigo.

Petra Smirnov dijo...

Desde luego hay momentos para todo, yo ahora mismo me dispongo a tragar un cubatita bien cargado de vodka... y luego veremos.

Anónimo dijo...

tengo un blog sobre esto y si te quieres hacer unas cuantas fotos i me las mandas a estes correo con tu nombre...
elsescritsdelalbert@gmail.com

Anónimo dijo...

esas fotos son tuyas?? solo voy a colgar fotos tuyas ya te dare la direccion del blog
(si el miembro queda un poco descubierto mejor)

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